Glamping - Uma Casanatura

Uma Casanatura es mucho más que un simple glamping: es una invitación a desacelerar y reconectar con la naturaleza, con los propios ritmos internos y con la auténtica belleza de Abruzzo. En las colinas de Cellino Attanasio, en el corazón de la provincia de Teramo, se encuentra una amplia finca agrícola ecológica que se extiende por más de 30 hectáreas, donde el paisaje es una sucesión armónica de viñedos, olivos, huertos, cerezos y campos de trufas. En este entorno nace la experiencia de alojamiento propuesta por Mira y Alberto, diseñada para quienes buscan silencio, autenticidad y bienestar.

Las elegantes unidades de alojamiento, perfectamente integradas en el entorno natural, ofrecen 20 m² de confort y privacidad: cada lodge cuenta con cama matrimonial, baño privado con ducha, aire acondicionado, minibar, tetera y una amplia veranda con vistas al verdor, equipada con una bañera exterior refrigerada para momentos de relajación total. Todos los alojamientos están construidos con materiales ecológicos, siguiendo criterios de sostenibilidad y atención al detalle.

El desayuno, basado en productos orgánicos, locales y de producción propia, se sirve en la veranda o en la terraza panorámica de la casa de campo. Una experiencia gastronómica que narra el territorio a través de sus sabores más genuinos, con opciones de personalización para huéspedes con intolerancias o necesidades alimentarias específicas.

Durante la estancia, es posible participar en visitas guiadas por olivares y viñedos, conocer de cerca la pequeña bodega boutique de la empresa y participar en catas exclusivas de vino, aceite de oliva virgen extra, ratafià y mermeladas. También hay experiencias más dinámicas como excursiones en e-bike, quad y rutas de senderismo entre los calanchi de Atri, el Parque del Gran Sasso y las playas de la costa adriática, todas fácilmente accesibles en pocos minutos.

Uma Casanatura es también el sueño de una familia que, desde 2011, trabaja con pasión para dar a conocer el vino ecológico abruzzese en el mundo, valorando variedades autóctonas como Montepulciano, Pecorino y Montonico, y cuidando cada fase de producción con respeto al medio ambiente. Alojarse aquí significa abrazar una filosofía de vida en equilibrio con la tierra, donde cada detalle cuenta una historia de amor por la naturaleza y por Abruzzo.