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La Masseria Tenuta Flora Maria se ubica en una posición privilegiada en el corazón del Salento, rodeada de viñedos y olivares en Leverano, a solo unos minutos de las impresionantes playas de Porto Cesareo y de los destinos culturales más atractivos de la región. Esta ubicación estratégica permite a los visitantes disfrutar de una estancia equilibrada entre descanso, mar, naturaleza y exploración.
A tan solo 6 km se encuentra Porto Cesareo, con sus playas de arena clara, aguas cristalinas y clubes de playa asociados con la masseria, que garantizan comodidad en primera y segunda fila. En pocos minutos en coche, se pueden visitar localidades de gran encanto como Nardò, con su centro histórico barroco, Lecce, la joya del barroco salentino que está a solo 18 km, así como Gallipoli, Galatina, Otranto y Santa María de Leuca, ideales para una excursión de un día.
El centro de Leverano, a menos de 2 km, es un animado pueblo agrícola famoso por sus bodegas, almazaras y las típicas trattorias donde degustar la cocina local. Entre las delicias gastronómicas de la zona destacan las bodegas “Vecchia Torre” y “Conti Zecca”, así como la cervecería artesanal “Birra Salento”, lugares que merecen ser explorados a través de catas guiadas o simples visitas.
La Masseria es el punto de partida ideal para descubrir el Salento en bicicleta o a pie, gracias a los caminos que serpentean entre muros de piedra seca, campos cultivados y vistas de la vegetación mediterránea. Se ofrecen gratuitamente bicicletas para seguir rutas entre los viñedos o llegar al mar con tranquilidad y en plena armonía con el paisaje. Los amantes del ejercicio pueden aprovechar los circuitos de jogging entre los campos o participar en sesiones de yoga matutinas rodeadas por la naturaleza, para un despertar revitalizante.
Durante el tiempo libre, es posible asistir a talleres de cocina salentina, donde se aprende a preparar orecchiette, pasticciotti y otras especialidades locales. La masseria también organiza cenas temáticas con productos de kilómetro cero, catas de vino y aceite, y showcookings nocturnos junto a la piscina, en un ambiente amigable y relajado.
Las noches suelen estar animadas por música en vivo y emocionantes actuaciones de pizzica, con clases gratuitas que convierten cada encuentro en una auténtica celebración de la tradición. Así, la masseria se convierte no solo en un lugar de alojamiento, sino en un centro de experiencias auténticas, culturales y emocionales, que permiten conocer verdaderamente el alma del Salento.
Tenuta Flora Maria es mucho más que una masseria: es un lugar desde el cual explorar, pero también un hogar al que regresar cada noche con la certeza de sentirse en casa, rodeado de aromas familiares, sonrisas sinceras y atardeceres que deslumbran.
*Distancias a vista de pájaro
