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El Castillo de los Olivos se encuentra en la aldea de Ferraro, en el municipio de Roccella Ionica, en el corazón de la Costa de los Jazmines. Esta zona de la costa jónica de Calabria se caracteriza por un paisaje que alterna antiguos olivares, campos soleados y largas playas con Bandera Azul. La cercanía al mar hace de este lugar el destino perfecto para quienes buscan unas vacaciones entre la naturaleza y el relax, con aguas cristalinas, fondos marinos ricos en vida y playas equipadas que coexisten con tramos de costa más salvaje y tranquila.
Roccella Ionica es un pueblo animado, famoso por su castillo medieval que se alza sobre el borgo, su puerto deportivo y las actividades culturales que llenan el verano, incluyendo conciertos y festivales de jazz de renombre internacional. El paseo marítimo, bien cuidado y pintoresco, es el lugar ideal para pasear por la tarde, detenerse en los bares y degustar platos tradicionales en los restaurantes locales.
A poca distancia se encuentran Marina di Gioiosa Ionica y otros pequeños pueblos que conservan tradiciones, antiguas iglesias y restos arqueológicos. El interior ofrece vistas auténticas: aldeas abandonadas que relatan historias de un pasado agrícola, pueblitos de piedra situados en las colinas, senderos para excursiones en la naturaleza y parques que ofrecen panoramas inolvidables.
Desde aquí es fácil acceder a lugares de gran encanto como Gerace, con su casco histórico medieval y su célebre catedral, o Locri, que alberga importantes restos de la Magna Grecia. Para aquellos que aman la naturaleza virgen, la proximidad al Parque Nacional del Aspromonte permite vivir experiencias de senderismo y descubrir vistas que se extienden desde el mar Jónico hasta el Tirreno.
La Costa de los Jazmines aún conserva hoy una atmósfera auténtica, alejada del turismo masivo, e invita a disfrutar de los ritmos pausados del sur, entre mar, cultura, buena gastronomía y hospitalidad genuina.
*Distancias a vista de pájaro