Nuvolino

Rodeado por la tranquilidad de las colinas morenicas y a pocos kilómetros del lago de Garda, el Agriturismo Nuvolino recibe a sus huéspedes en un ambiente familiar y relajante, donde cada detalle refleja el amor por la naturaleza, la hospitalidad y la buena gastronomía. Su ubicación estratégica, en la frontera entre las provincias de Mantua, Verona y Brescia, permite acceder fácilmente a pueblos históricos, reservas naturales, parques temáticos y centros de bienestar, haciendo que cada estancia sea una experiencia a medida.

Las cinco habitaciones, cada una con entrada independiente y decoradas en un estilo veneciano y liberty, ofrecen comodidades modernas como aire acondicionado, Wi-Fi, minibar y amplios baños privados. Algunas cuentan con acceso a una terraza con vistas panorámicas, mientras que otras están en la planta baja con acceso directo al jardín. Cada mañana se sirve un abundante desayuno buffet elaborado con productos frescos de la granja y de productores locales, incluyendo dulces caseros, mermeladas y jugos de frutas, también aptos para personas con intolerancias.

El jardín, cuidado con esmero, invita a tomar un descanso, leer un libro o simplemente dejarse envolver por los aromas de las hierbas aromáticas cultivadas en el lugar. La atención al medio ambiente es una parte fundamental de la filosofía del establecimiento: paneles solares, reciclaje, compostaje, iluminación de bajo consumo y sistemas para reducir el desperdicio energético reflejan un compromiso real con la sostenibilidad.

El agriturismo también ofrece la venta directa de productos artesanales como mermeladas, galletas, sbrisolone y torcetti, y proporciona entradas con descuento para los parques de atracciones de la zona. Para los amantes del ciclismo, hay un servicio de alquiler de bicicletas, incluidas eléctricas, ideal para explorar las bellezas del territorio sobre dos ruedas, entre campos, viñedos y antiguos pueblos.

En los alrededores, se pueden visitar lugares encantadores como Castellaro Lagusello, Borghetto sul Mincio, Volta Mantovana y los pueblos del lago de Garda, sin olvidar las termas de Sirmione, Villa dei Cedri y Aquardens. Para quienes buscan una experiencia inolvidable, es posible participar en excursiones en barco por el río Mincio, al atardecer o a la luz de la luna.

Lo que hace especial cada estancia es el cuidado de Katia, la anfitriona apasionada por la cocina, la lectura y la creatividad. Con sus desayunos, su energía y su deseo de hacer sentir a cada huésped como en casa, transforma cada vacación en una oportunidad para renovarse y descubrir las maravillas de un territorio auténtico y generoso.