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La región de Morro d’Alba, donde se ubica La Vita Nuova, es uno de los lugares más encantadores de las Marcas. Estamos en el corazón de un paisaje de colinas que alterna filas de viñas, extensiones de girasoles y olivos centenarios, con vistas que cambian de color según las estaciones. El pueblo es conocido por el vino Lacrima di Morro d’Alba, un tinto intenso y aromático que refleja la tradición vitivinícola local, y por el Verdicchio, uno de los blancos más apreciados de Italia. Al pasear por sus callejuelas, se respira aún la atmósfera auténtica de una aldea medieval, con antiguas murallas y panorámicas que se extienden hasta el mar.
La ubicación es perfecta para explorar la región. En pocos minutos se puede llegar a la costa adriática, con las playas de Senigallia y su famosa Rotonda a Mare, o se puede optar por perderse entre los pueblos del interior, cada uno con su propia historia y tradiciones. A aproximadamente una hora en coche se encuentran los Monti Sibillini, un destino ideal para excursiones, senderismo y deportes al aire libre. Entre las atracciones más conocidas están las Grotte di Frasassi, uno de los complejos kársticos más impresionantes de Europa, y numerosas fortalezas y abadías que atestiguan la riqueza histórica y cultural de la zona.
Las Marcas ofrecen un equilibrio raro entre mar y campo, entre naturaleza y cultura. Aquí se alternan playas de arena y calas rocosas, colinas cultivadas y áreas naturales protegidas. San Marino y San Leo son de fácil acceso, al igual que las ciudades artísticas de la región y los parques nacionales.
Además de todo esto, la gastronomía marchigiana completa la experiencia: platos de carne y de mar, recetas sencillas y auténticas, acompañadas de excelentes vinos, hacen de cada parada una oportunidad para descubrir los sabores del territorio. Es un destino que combina relax y descubrimiento, perfecto para quienes desean vivir la Italia más auténtica.
*Distancias a vista de pájaro
(2 opiniones)
