Entre las colinas de la Montagnola Senese, al suroeste de Siena, se encuentra el Castillo de Poggiarello, una residencia histórica que conserva intacto el encanto medieval de sus orígenes, que datan de los siglos XI-XII. Sus muros de piedra y la torre del castillo aún se alzan majestuosos, envueltos en la tranquilidad del campo toscano. Aquí, historia y naturaleza se entrelazan, ofreciendo un refugio atemporal alejado de la agitación diaria.
Los alojamientos dentro del castillo brindan una experiencia auténtica, esencial y envolvente. El apartamento cuenta con una habitación matrimonial y una doble con camas individuales no unibles, una cocina completamente equipada y una sala de estar cálida y acogedora. El baño, cuidado y funcional, se complementa con una terraza privada con patio, ideal para relajarse al aire libre y contemplar el paisaje circundante. La falta de calefacción y aire acondicionado se compensa con el grosor de las antiguas paredes, que aseguran un clima naturalmente agradable, especialmente en los meses de verano. A solicitud, están disponibles cuna y trona para los más pequeños.
Los huéspedes pueden disfrutar de la piscina y del parque infantil, reservados exclusivamente para ellos, mientras que el aparcamiento gratuito se encuentra fuera del portal principal. Para una estancia aún más cómoda, es posible reservar desayuno y comidas, saboreando los auténticos sabores de la tradición local.
En Poggiarello, el lujo no se basa en la ostentación, sino en el silencio, la autenticidad y la belleza atemporal. Los días transcurren lentamente entre el canto de los pájaros y el aroma del campo, mientras que las noches ofrecen descanso envueltos en la frescura de las sábanas recién lavadas. Aquí, el tiempo parece dilatarse, dejando espacio para la tranquilidad y la historia milenaria del castillo.
Ubicado en Sovicille, en el corazón de la Toscana, el Castillo de Poggiarello se encuentra a 11 km de Siena y a 2,5 km de las tiendas más cercanas. La parada de transporte público está a 2,5 km de la propiedad.
Los orígenes del castillo se remontan al siglo XIII, cuando nació como una fortificación para proteger el territorio y conservar las cosechas. Ya en 1387, un documento catastral atestigua la presencia de viñedos. En el siglo XVI, la familia Chigi Saracini transformó la fortaleza en una residencia señorial, enriqueciéndola con una capilla renacentista atribuida a Baldassarre Peruzzi y nuevos edificios agrícolas. En los siglos posteriores, el castillo ha mantenido su vocación agrícola y residencial, con una producción vitivinícola ininterrumpida.
Hoy en día, el Castillo de Poggiarello está registrado en la ADSI y el FAI, custodiando un patrimonio histórico preservado con esmero. Alojarse aquí significa sumergirse en una atmósfera fuera del tiempo, entre la belleza del campo toscano y el encanto de un lugar que narra siglos de historia.