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Borgo Faldo se encuentra en una ubicación estratégica en el corazón de Umbría, a pocos minutos de Umbertide y de la salida de la E45, la vía que conecta Rávena con Roma y permite acceder fácilmente a muchas de las principales ciudades de arte del centro de Italia. Su ubicación, en el límite entre Umbría, Marche y Toscana, lo convierte en un punto de partida ideal para excursiones diarias al descubrimiento de lugares llenos de encanto, historia y naturaleza.
El entorno que rodea el borgo es típicamente umbro: suaves colinas cubiertas de bosques, viñedos y olivares se alternan con campos cultivados, formando un paisaje ordenado y relajante. En los alrededores, se encuentran pequeños pueblos medievales, iglesias románicas, abadías y castillos, inmersos en una campiña silenciosa y auténtica, donde todavía es posible respirar el ritmo pausado de la vida rural.
A poca distancia se pueden visitar Gubbio, Perugia, Asís, Città di Castello y el Lago Trasimeno, cada uno con su propio patrimonio artístico y cultural. Montone, uno de los pueblos más bellos de Italia, está a unos minutos en coche, al igual que la pintoresca localidad de Sansepolcro, en Toscana, y la zona de Urbino, en las cercanas Marche.
Para los amantes de la naturaleza, la zona ofrece numerosos senderos para el senderismo y el ciclismo, entre bosques, riberas y colinas, además de oportunidades para la pesca deportiva y actividades al aire libre. Los atardeceres en estas colinas, que enmarcan el perfil del Tíber y salpican el horizonte con casas de piedra, brindan momentos de paz absoluta, convirtiendo cada estancia en una experiencia regeneradora y profunda.
En este contexto, Borgo Faldo se presenta como una pequeña oásis de acogida rural, donde la belleza del paisaje y el confort de la estructura se encuentran para ofrecer unas vacaciones auténticas y accesibles en cualquier temporada.
*Distancias a vista de pájaro