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El territorio que rodea al Casale Umbro se extiende entre Umbría y Toscana, en una de las áreas más encantadoras del centro de Italia, donde el paisaje agrícola ha mantenido una armonía intacta a lo largo del tiempo. Las colinas, suaves y bien delineadas, albergan olivares, viñedos y campos cultivados que se alternan con pequeños bosques y caminos de tierra, creando un entorno rural de los más fascinantes del país. La vista abarca el Lago de Chiusi, un espejo de agua sereno que refleja los colores del cielo y de las estaciones, y abraza los perfiles de pueblos históricos como Chiusi, Montepulciano, Città della Pieve, Chianciano y Cetona.
A pocos kilómetros se encuentran Castiglione del Lago y el Lago Trasimeno, con sus islas, playas equipadas y pueblos ribereños. Durante el verano, es posible participar en excursiones en barco, eventos musicales al aire libre y catas en los restaurantes junto al agua. En los meses más fríos, el paisaje se vuelve sereno e invita a la contemplación, a paseos por los bosques y a visitas a los centros termales de la región.
La zona está surcada por numerosos senderos naturales y caminos panorámicos, ideales para el senderismo, el cicloturismo o simples caminatas, con vistas siempre renovadas y sorprendentes. El Monte Cetona y el Monte Amiata ofrecen excursiones más desafiantes y panoramas de altura, mientras que las reservas naturales como las del Lago de Montepulciano y el Trasimeno albergan una rica fauna y flora autóctona.
Para los amantes del arte y la cultura, el territorio es un museo al aire libre. Chiusi conserva importantes vestigios etruscos, incluidas tumbas subterráneas y el museo arqueológico nacional. Città della Pieve es famosa por sus callejuelas de ladrillo rojo, sus impresionantes vistas y las obras de Perugino. Montepulciano deslumbra con su arquitectura renacentista y sus bodegas excavadas en toba, mientras que Pienza, la “ciudad ideal” del Papa Pío II, es una obra maestra urbanística protegida por la UNESCO.
No faltan las experiencias relacionadas con el bienestar: en menos de media hora se pueden alcanzar algunas de las termas más renombradas de Italia, como San Casciano dei Bagni, Bagno Vignoni y Chianciano Terme, ideales para una pausa revitalizante entre piscinas naturales, aguas termales y centros de bienestar.
La región también es un paraíso para los amantes de la buena comida: quesos de oveja, aceite de oliva virgen extra, embutidos artesanales y vinos de calidad como el Nobile di Montepulciano o el Orvieto Classico son protagonistas en las mesas locales. Las tiendas, los mercados campesinos y las bodegas abiertas ofrecen oportunidades únicas para degustar los sabores auténticos de la zona.
Bien comunicada pero nunca abarrotada, esta área es la esencia de la Italia más genuina: un lugar donde el tiempo se ralentiza y cada paisaje invita a detenerse, observar y respirar.
*Distancias a vista de pájaro
