Petra Tolta

Sumergida en la hermosa campiña de Arzachena, esta casa recibe a los huéspedes en un terreno de 2,5 hectáreas, rodeada de granitos pulidos por el viento y la fragante vegetación mediterránea. Es un lugar perfecto para quienes buscan unas vacaciones relajantes, alejados del ruido y en plena naturaleza virgen.

La propiedad se ubica a lo largo de la ruta panorámica que conecta Arzachena con Capo d’Orso, a poco más de 5 km de las playas del Golfo de Arzachena y a solo 4 km del centro de la ciudad. Dentro de la finca y en sus alrededores se alzan impresionantes monolitos de granito, esculpidos por el viento y el paso del tiempo, creando un paisaje cautivador. Desde la casa se puede disfrutar de una vista única: a los pies de Punta Maltinu se abren vistas sobre Baja Sardinia, Cala Bitta, el Golfo de Arzachena y, en la dirección opuesta, sobre el valle que alberga la localidad de Arzachena.

Las habitaciones, todas con entrada independiente, están adornadas con acabados típicos de la tradición gallurese y de la Costa Esmeralda. Cada espacio, tanto interior como exterior, refleja pasión y atención al detalle, con elementos creados por hábiles artesanos y artistas locales, capaces de hacer que cada rincón sea elegante y acogedor.

Las habitaciones de estilo mediterráneo cuentan con baño privado con ducha y secador de pelo, un rincón de desayuno con nevera, aire acondicionado, TV de 24” Full HD, Wi-Fi, caja fuerte y aparcamiento privado. Se realiza el cambio de sábanas cada cuatro días, con limpieza de la habitación a la llegada y salida. A petición, se puede añadir una tercera cama. Un pequeño desayuno siempre está disponible en el rincón de desayuno.

La ubicación es estratégica para explorar las bellezas del norte de Cerdeña: Arzachena está a 4 km, Cannigione a 6 km, Palau a 10 km, Baja Sardinia a 18 km, Porto Cervo a 20 km y Olbia a 30 km. Palau y Cannigione son puntos de partida ideales para excursiones hacia el Archipiélago de La Maddalena o Córcega, mientras que Arzachena es famosa por su rico itinerario arqueológico.

Me llamo Pasquale Cadeddu, tengo 69 años, y además de ocuparme de la propiedad, cultivo con pasión el olivar, el viñedo, el frutal y el huerto, cuidando cada aspecto del campo que rodea la finca.