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Stintino es uno de los lugares más encantadores de Cerdeña, un pequeño pueblo que nació como aldea de pescadores y que hoy se ha convertido en un destino famoso por la belleza de su mar y la diversidad de sus paisajes. La costa alterna playas de arena muy fina con acantilados escarpados y calas escondidas, ofreciendo siempre escenarios distintos y espectaculares. La playa más conocida es La Pelosa, considerada una de las más bellas del Mediterráneo, con arena blanca y agua turquesa de fondo muy poco profundo, ideal para largas nadadas y momentos de relajación.
No menos atractivas son las salinas y las playas cercanas, que permiten elegir entre tramos libres y equipados, siempre rodeados de un mar cristalino y lleno de vida. A poca distancia se encuentra el área protegida de Asinara, un verdadero paraíso natural que combina naturaleza virgen, fauna única y vestigios históricos. Las excursiones en barco o en catamarán permiten explorar sus calas y observar la isla desde una perspectiva privilegiada.
La zona es perfecta también para quienes disfrutan de actividades al aire libre: desde el snorkel y la pesca submarina, hasta paseos en bicicleta por senderos inmersos en la vegetación mediterránea o la observación de aves migratorias en los estanques de Nurra, donde se pueden avistar flamencos, caballitos de mar y patos reales.
El pueblo de Stintino aún conserva el encanto de sus orígenes, con un puerto turístico animado, restaurantes que ofrecen cocina del mar y callejones que narran la tradición pesquera. Desde aquí, es fácil acceder a otras localidades de la costa noroeste, como Alghero con su casco antiguo de estilo catalán, o Castelsardo, famosa por su castillo medieval y sus talleres artesanales.
Por lo tanto, alojarse en Monte Atena significa encontrarse en un lugar de absoluta tranquilidad, pero con la posibilidad de vivir experiencias auténticas entre mar, naturaleza y cultura, descubriendo una de las áreas más fascinantes de Cerdeña.
*Distancias a vista de pájaro