B&B Dal Polacco

Sumergida en la tranquilidad del campo romañol, La Locanda del Polacco es un bed & breakfast que combina la hospitalidad familiar con la memoria histórica. Ubicada en Ducenta, en la provincia de Rávena, recibe a los huéspedes en un entorno cuidado y auténtico, donde cada detalle está diseñado para ofrecer confort y serenidad.

Las habitaciones, decoradas en un estilo clásico y recientemente renovadas, evocan la atmósfera sencilla de las casas de campo. Algunas pueden alojar hasta cinco personas, ideales para familias o grupos, mientras que otras conservan el encanto de las residencias de época, con muebles y detalles que narran la historia de la casa. Cada alojamiento cuenta con baño privado y TV, y algunas ofrecen espacios exclusivos como balcones o habitaciones comunicadas.

El desayuno es el momento más esperado del día: Barbara prepara cada mañana pasteles frescos y una rica selección de productos locales, servidos en un luminoso salón donde los huéspedes pueden disfrutar de los sabores autóctonos y compartir momentos agradables con la familia Kuliczkowski. También hay una cocina compartida disponible, para aquellos que deseen preparar sus propias comidas.

La ubicación de la locanda permite acceder fácilmente a las principales atracciones de la Romagna. En pocos minutos se puede llegar a Rávena, con sus mosaicos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, a las playas de Cervia y Milano Marittima, o al parque de atracciones Mirabilandia. Desde aquí es sencillo organizar excursiones a los pueblos medievales de Brisighella y San Marino, pasar un día en los parques acuáticos de la Riviera o disfrutar de las animadas noches de Rímini.

La Locanda del Polacco también nace como un homenaje a una extraordinaria historia de vida: la de Bronislaw “Bruno” Kuliczkowski, mariscal mayor polaco y protagonista de la Liberación, quien aquí encontró hogar y raíces después de la guerra. Hoy su familia continúa con pasión el valor de la hospitalidad, manteniendo vivo el espíritu de diálogo y compartición que siempre lo ha caracterizado.

Una estancia en La Locanda significa entrar en contacto con la cálida hospitalidad romañola, en un lugar donde el pasado se encuentra con el presente y donde sentirse verdaderamente en casa.