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La zona donde se encuentra Le Bighe Room & Breakfast es un rincón sereno de la campiña ferrarese, perfecto para quienes buscan relajarse y tener un contacto auténtico con el entorno. A solo unos minutos del casco histórico de Ferrara, esta ubicación ofrece un equilibrio ideal entre naturaleza y cultura, entre el silencio y las oportunidades de exploración.
Ferrara, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, mantiene intacta su esencia renacentista: al pasear por sus murallas, se pueden admirar el majestuoso Castillo Estense, la Catedral, los callejones medievales y los elegantes bulevares de la Adición Erculea. La ciudad emana una atmósfera tranquila, casi suspendida en el tiempo, que invita a explorar sin prisa sus plazas, palacios históricos, museos y jardines secretos. En bicicleta, el medio más auténtico para descubrirla, se puede llegar a todos lados en pocos minutos.
En tan solo veinte minutos se puede acceder al Delta del Po, un paisaje singular compuesto por lagunas, cañaverales, valles salinos y cielos amplios, donde la naturaleza es la verdadera protagonista. Aquí se pueden hacer excursiones a pie, en barco o en bicicleta, participar en visitas guiadas por las Valli de Comacchio, observar flamencos rosados y descubrir antiguas técnicas de pesca que aún se utilizan. Comacchio, con sus puentes escénicos y canales, ofrece vistas encantadoras y una atmósfera suspendida entre el mar, la tierra y la historia.
A pocos kilómetros también se encuentra la Abadía de Pomposa, uno de los complejos monásticos más importantes del norte de Italia, un tesoro de arte, arquitectura y espiritualidad. Y con un breve viaje en coche se llega a Rávena, la ciudad de los mosaicos y las basílicas paleocristianas.
Esta es una tierra para vivir despacio, que sorprende por la diversidad de sus paisajes y su riqueza cultural. Un destino ideal para quienes desean alternar momentos de tranquilidad en la naturaleza con días llenos de descubrimientos artísticos, históricos y gastronómicos.
*Distancias a vista de pájaro
(6 opiniones)
