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La Tenuta Colfiorito se encuentra en un lugar privilegiado al pie del municipio de Castel Madama, en una zona que, a pesar de estar muy cerca de Roma, mantiene intacto el encanto rural y sereno de un paisaje antiguo. Estamos en el corazón de los Montes Tiburtinos, una región que comienza a las puertas de Tivoli y se abre en el valle Empolitano, entre colinas cubiertas de olivares, viñedos y bosques, donde la presencia humana ha seguido durante siglos el ritmo de la naturaleza, dedicándose con respeto a la agricultura y la ganadería.
Este territorio está profundamente ligado a la historia romana: en las inmediaciones se encuentran importantes vestigios arqueológicos, como el acueducto Claudio, la villa de Horacio y, sobre todo, el imponente complejo de Villa Adriana, patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Tivoli, un destino imprescindible para quienes visitan la zona, ofrece un patrimonio artístico y paisajístico de rara belleza: además de Villa Adriana, se pueden explorar los senderos escénicos de Villa Gregoriana, situada entre las cascadas del Aniene, y dejarse maravillar por las fuentes y los jardines renacentistas de Villa d’Este, que ha sido recientemente restaurada.
Los amantes de la naturaleza pueden adentrarse en el cercano Parque Natural Regional de los Montes Lucretili, con sus rutas de senderismo y vistas impresionantes, o aventurarse hacia el Parque Nacional de Abruzzo, para una experiencia aún más inmersiva. Los pueblos medievales en los alrededores, como San Gregorio da Sassola, añaden un toque auténtico a una estancia que puede alternar entre cultura, relajación y descubrimiento.
La cercanía a la capital hace que la zona sea de fácil acceso, mientras que ofrece un refugio silencioso y genuino, en claro contraste con el ritmo urbano. Aquí, el tiempo parece desacelerarse, permitiendo a los huéspedes redescubrir una dimensión más sencilla, compuesta de paseos entre olivos, atardeceres sobre el valle y sabores ancestrales.
*Distancias a vista de pájaro
