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Montesicuro es un pequeño pueblo en una colina rodeado de la verdor de las Marcas, a unos 300 metros sobre el nivel del mar, en una ubicación privilegiada que ofrece vistas espectaculares del paisaje circundante. Fundado en el siglo XIV con el nombre de “Mons Securis”, el pueblo surgió de la desecación de la densa vegetación que cubría la colina, anteriormente conocida como “Monte Oscuro”. Desde aquí, hoy en día, la mirada puede extenderse libremente hacia un panorama que abarca el Adriático y los Apeninos, en un constante juego de valles, colinas, viñedos y perfiles montañosos.
En los días más claros, especialmente en primavera, es posible divisar en el horizonte incluso las montañas de Dalmacia, mientras el mar brilla entre las curvas de la Riviera del Conero. Este entorno, tan lleno de luz y colores, ha convertido a Montesicuro a lo largo de los siglos en un destino preferido por cardenales, arzobispos y familias nobles, que pasaban aquí sus veranos entre tranquilidad y naturaleza. Aún hoy se respira esa atmósfera serena, casi suspendida en el tiempo, que invita a desacelerar y disfrutar de la auténtica simplicidad del campo.
La zona es ideal para quienes buscan unas vacaciones en medio de la naturaleza, la cultura y el bienestar. En pocos minutos en coche se puede llegar al centro histórico de Ancona, con su puerto, museos y la catedral frente al mar. Igualmente cerca se encuentra la Riviera del Conero, con sus playas incrustadas en las rocas, los pueblos costeros y los senderos panorámicos inmersos en la vegetación mediterránea. Los amantes de las excursiones pueden explorar fácilmente los Montes Sibillini, el Monte San Vicino o los pequeños pueblos del interior marchigiano, guardianes de tradiciones y sabores antiguos.
Montesicuro es un punto de partida ideal para descubrir las Marcas más auténticas, entre arte, paisajes impresionantes y una cocina que narra el profundo vínculo con la tierra. Un lugar donde cada vista es una postal y cada respiro tiene el aroma del mar y los campos.
*Distancias a vista de pájaro