Información varios
Características de la casa
Sistemas de aire acondicionado y calefacción de la casa
Sistema electrico
Servicios de la casa
Instalaciones y servicios
Ubicación y entorno
Número de habitaciones
Tamaño de las habitaciones
Cuarto de baño
Instalaciones de la habitación
Mobiliario
Servicios de limpieza
Servicios
Holiday themes - the place
Temas de viaje - tipo de población
Temas de viaje - características de la zona
Temas de viaje - características de casa
Sant’Ippolito es un pequeño pueblo en la provincia de Pesaro-Urbino, rodeado de la vegetación del Valle del Metauro, entre las suaves colinas del interior de las Marcas y a solo unos kilómetros del mar Adriático. Conocido como “el pueblo de los canteros”, alberga una larga tradición en el trabajo de la piedra arenisca, que aún se refleja en las arquitecturas del casco histórico, en los portales esculpidos, en las fuentes y en las obras que salpican el paisaje urbano y rural.
El entorno natural que rodea al pueblo es ideal para los amantes de las actividades al aire libre: rutas de senderismo, caminos para bicicletas de montaña y recorridos en bicicleta eléctrica se extienden entre campos cultivados, olivares y bosques, con vistas abiertas al valle y a las colinas circundantes. La proximidad con la Reserva Natural Estatal de Gola del Furlo permite explorar un territorio de extraordinaria belleza geológica, histórica y faunística, con espectaculares cañones, acantilados e itinerarios entre cuevas y miradores.
Desde Sant’Ippolito se puede llegar fácilmente a algunos de los destinos más encantadores de las Marcas y de Italia central. Urbino, patrimonio de la humanidad por la UNESCO, está a menos de 30 minutos y ofrece un fascinante viaje al corazón del Renacimiento. Corinaldo, Mondavio y Gradara deslumbran con sus perfectamente conservados pueblos medievales, mientras que Fossombrone se presenta con su elegancia del siglo XVIII y el puente de la Concordia, punto de partida para excursiones en canoa por el río.
El área también es rica en sabores auténticos: desde Acqualagna, capital de la trufa, hasta los restaurantes de cocina típica que realzan los productos locales con platos como los passatelli, la crescia y los quesos de fossa, acompañados de vinos de la región como el Bianchello del Metauro. Las cercanas localidades costeras de Fano, Marotta y Senigallia ofrecen la alternativa del mar, con playas equipadas, puertos turísticos y centros históricos animados.
Por lo tanto, Sant’Ippolito es un destino que combina historia, naturaleza, artesanía y gastronomía, perfecto para quienes desean descubrir el alma más auténtica de las Marcas, lejos de las rutas turísticas más concurridas.
*Distancias a vista de pájaro
