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Vinci es un encantador pueblo toscano que combina historia, arte y naturaleza en una perfecta armonía. Situado entre las colinas del Montalbano y rodeado de un campo aún prístino, es conocido a nivel mundial como el lugar de nacimiento de Leonardo da Vinci. Caminar por sus calles es sumergirse en un paisaje que ha inspirado a uno de los más grandes genios del Renacimiento, entre olivares, viñedos y vistas que parecen salidas de un cuadro.
El centro histórico mantiene su atractivo medieval, con callejones de piedra, plazas acogedoras y panorámicas sobre el valle. Entre las atracciones más destacadas, el Museo Leonardiano es una parada obligatoria: ubicado dentro del Castillo de los Condes Guidi y en los espacios expositivos adyacentes, alberga una extraordinaria colección de modelos de las invenciones de Leonardo, acompañados de dibujos y análisis. No muy lejos, la Casa Natal de Leonardo, en Anchiano, permite conocer de cerca los orígenes del Maestro, en un entorno rural cautivador.
Además de su patrimonio cultural, Vinci es también un punto de partida ideal para explorar la Toscana. Su ubicación central facilita los desplazamientos hacia ciudades artísticas como Florencia, Pisa, Siena y Lucca. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de los numerosos senderos para caminatas y ciclismo que serpentean entre las colinas, perfectos para descubrir la región de manera pausada y sostenible.
Vivir en Vinci significa saborear el ritmo tranquilo de la campiña toscana, descubrir sabores auténticos en pequeños restaurantes locales y participar en eventos relacionados con la tradición agrícola, como festivales y mercados. Es un lugar que sorprende por su autenticidad, donde cada detalle cuenta una historia y donde la belleza es parte esencial de la vida cotidiana.
*Distancias a vista de pájaro