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La Casa de Mónica se encuentra en Torre San Severo, una apacible localidad del municipio de Orvieto, rodeada de la campiña umbra y a solo unos minutos de la frontera con Lazio. El paisaje es característico del Alto Orvietano: suaves colinas cultivadas, bosquecillos, hileras de viñedos y casas de piedra que salpican un territorio aún auténtico, donde el tiempo parece transcurrir más lentamente. Esta ubicación privilegiada permite disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza sin renunciar a la comodidad de acceder rápidamente a destinos de gran interés histórico, cultural y paisajístico.
El centro histórico de Orvieto, que se encuentra a apenas diez minutos en coche, es un tesoro de legado etrusco, medieval y renacentista. La Catedral, con su impresionante fachada gótica, el Pozo de San Patricio y el laberinto de callejuelas y talleres artesanales cuentan siglos de historia en un entorno urbano cautivador y bien conservado. Muy cerca se hallan otras dos joyas del centro de Italia: Civita di Bagnoregio, conocida como la “ciudad que muere”, unida a la tierra firme por un puente panorámico que parece suspendido en el tiempo, y el Lago de Bolsena, de origen volcánico, famoso por sus aguas cristalinas, los pueblos que se asoman a sus orillas y las pequeñas playas donde relajarse durante los meses más cálidos.
La zona también es ideal para quienes disfrutan del turismo lento y activo: en los alrededores se pueden recorrer rutas a pie o en bicicleta, visitar bodegas y molinos locales, degustar vinos como el Orvieto Clásico y platos típicos de la gastronomía de Umbría y Lazio. En los pueblos vecinos como Montefiascone, Gradoli y Capodimonte se celebran festivales, mercadillos y pequeños restaurantes donde vivir una experiencia gastronómica auténtica.
Así que, Torre San Severo es un punto de partida perfecto para explorar un territorio lleno de bellezas naturales y culturales, mientras se permanece inmerso en la tranquilidad de un paisaje rural inalterado.
*Distancias a vista de pájaro
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