A Barma Drola

A Barma Drola es una antigua casa construida en 1724, situada en el corazón del pueblo de Estoul, a 1850 metros de altitud y con vistas a la hermosa Valle de Ayas. Aquí, entre las montañas de Valle d'Aosta, la naturaleza marca el ritmo de los días y ofrece paisajes auténticos en cada estación. En invierno, el alojamiento se encuentra a solo 200 metros de las pistas de esquí de Brusson - Palasinaz, mientras que en verano se convierte en el punto de partida ideal para explorar senderos y rutas en bicicleta de montaña, o simplemente para disfrutar del silencio y la tranquilidad de la montaña.

Alrededor de la casa, el paisaje narra la vida de antaño, aún presente y palpable. Las vacas de la abuela Anna suben a pastar, las gallinas de Graziella picotean tranquilas a lo largo del sendero, y Mauro pasa con los cubos de agua rumbo a su huerto. Al caer la tarde, no es raro ver un corzo o un ciervo acercándose a las casas, proporcionando encuentros inesperados y valiosos.

Cada habitación del establecimiento lleva el nombre de un árbol, un homenaje al bosque que siempre ha cautivado a quienes visitan este lugar. Los Lárices, el Cembro, el Pino Silvestre, el Abeto Rojo, el Cerezos y los Alisos: cada uno con su propio carácter, al igual que las personas que saben identificar el lugar correcto para detenerse. Los ambientes evocan esta armonía con la naturaleza, transmitiendo una sensación intangible pero clara, compuesta de calma y belleza sencilla.

El desayuno, cuidado y genuino, es un momento para disfrutar despacio. Pan, mantequilla y mermeladas locales, pasteles caseros, galletas, bollos, fruta y cereales se acompañan de quesos y embutidos de la Fromagerie de Brusson. No faltan yogures frescos, zumos de fruta, café, leche y té, para comenzar el día con el auténtico sabor del territorio.

A Barma Drola ofrece a sus huéspedes conexión Wi-Fi gratuita y ha decidido no tener televisores, invitando a redescubrir el valor del tiempo y el placer de la lentitud, en un lugar donde la montaña cuenta historias y brinda emociones atemporales.