Sumergido en la tranquilidad de las suaves colinas marchigianas, el “Agriturismo y Bodega con Cocina Tenuta San Marcello” es un refugio elegante, gestionado por una familia, que nació del deseo de redescubrir el valor del tiempo, la naturaleza y las raíces. Ubicado en San Marcello di Jesi, en el corazón rural de las Marcas, el proyecto se materializó en 2009, cuando una familia de Milán decidió dejar la ciudad para adoptar un nuevo estilo de vida en armonía con el medio ambiente y las tradiciones locales.
La propiedad consta de tres edificios, resultado de una cuidadosa restauración en bio-construcción de una antigua casa de campo, enriquecidos con soluciones modernas y sostenibles. Los espacios habitables se dividen en ocho habitaciones de diferentes tipos y cuatro apartamentos independientes, todos amplios y luminosos, diseñados para satisfacer diversas necesidades de alojamiento, desde parejas hasta familias numerosas. Algunos alojamientos pueden conectarse entre sí para ofrecer más espacio y dobles servicios.
La piscina panorámica de agua salada, sin cloro, se eleva sobre la colina y ofrece una vista impresionante de los viñedos y el paisaje circundante. El jardín, cuidado en cada detalle, está lleno de flores y rincones dedicados al relax. La decoración interior, inspirada en los colores de las colinas y el mar, brinda a los ambientes una atmósfera cálida y acogedora.
La casa de campo alberga cinco habitaciones y un apartamento, además de una cocina común y un salón con chimenea y pequeña biblioteca, ideal para momentos de lectura o conversación. El antiguo granero y la antigua cochera ofrecen apartamentos y habitaciones adicionales con pérgolas privadas y soluciones modulares, perfectas para garantizar privacidad y autonomía.
La filosofía de la Tenuta se basa en una hospitalidad auténtica y una gestión respetuosa con el medio ambiente. Los sistemas geotérmicos y fotovoltaicos, la recolección de aguas pluviales y la reutilización del calor de la fermentación de los mostos para la producción de agua caliente son solo algunas de las decisiones orientadas hacia la sostenibilidad.
La Bodega produce con pasión vinos autóctonos como la Lacrima di Morro d’Alba y el Verdicchio dei Castelli di Jesi, cultivados sin forzamientos. En la cocina de la Osteria, los platos siguen las estaciones y nacen de materias primas locales seleccionadas en colaboración con pequeños productores de la zona.
La Tenuta San Marcello es más que un agriturismo: es una experiencia de armonía, sabor y autenticidad, galardonada con reconocimientos prestigiosos como la Moneta de Slow Wine y apreciada por quienes buscan una estancia que renueve tanto el cuerpo como el espíritu.