Agriturismo Tenuta Sparaceto

La historia de Tenuta Sparaceto está íntimamente ligada a la familia que la ha querido, cuidado y transformado a lo largo de más de cincuenta años. Todo comenzó en 1954, cuando Nanè y Concettina, una pareja de recién casados, recibieron en arrendamiento de parte del generoso Don Mimì Rosa un pequeño terreno con un modesto edificio rural. Lo que en aquel entonces era una "casaza", un simple refugio y almacén, pronto se convirtió en su hogar y en el centro de una intensa vida agrícola, entre cultivos de trigo y tomates y la cría de animales de corral. Con el tiempo, gracias a la dedicación y honestidad de los jóvenes, toda la propiedad fue confiada a su gestión. Cada rincón de la finca – desde la "habitación del sueño" hasta la "cocina y comedor", pasando por el establo y el almacén de heno – cobraba vida, convirtiéndose en parte integral de la cotidianidad familiar. Entre alegrías y tristezas, como la pérdida prematura de la joven Concettina, la finca siguió siendo el núcleo de un camino lleno de amor, esfuerzo y esperanza. Nanè, acompañado de su nueva compañera Rosa y con el apoyo de su padre Don Ciccio, continuó trabajando la tierra, alimentando en su corazón el sueño de convertir esa propiedad en el hogar definitivo para sus hijas. El sueño se hizo realidad en 2006, cuando Nanè logró comprar Sparaceto y lo regaló con orgullo a sus hijas Giovanna y Franca. Fue esta última, junto a su esposo Michele Garofalo y sus hijos Serena y Daniele, quien trajo nueva vida a la finca. Con pasión y respeto por la historia del lugar, comenzaron las obras de renovación que transformaron la antigua casa en un agroturismo acogedor, lleno de memoria y autenticidad. Hoy en día, Tenuta Sparaceto no es solo un lugar de hospedaje, sino el relato vivo de un vínculo profundo con la tierra, la familia y la tradición. Un espacio que recibe a los visitantes con la calidez de una historia real, transmitida con amor de generación en generación.