Tenuta Zannafondo

Sumergida en la tranquilidad de un bosque de algarrobos y olivos centenarios, la Tenuta Zannafondo se alza en la meseta Iblea, a unos cuatrocientos metros sobre el nivel del mar, entre Ragusa y Marina di Ragusa. El paisaje que la rodea es ordenado y auténtico, caracterizado por los típicos muros de piedra seca y las blancas masserías que salpican el campo siciliano hasta la costa, visible a lo lejos.

La propiedad está compuesta por dos antiguos edificios rurales de piedra del siglo XIX, restaurados con gran respeto por la arquitectura original y los materiales locales, como los suelos de piedra pece. El edificio principal alberga la recepción, las áreas comunes para el desayuno y la cena, un aparcamiento privado, terrazas y patios interiores donde relajarse al sol en cualquier época del año, gracias al clima templado de esta región. No muy lejos, un pequeño pueblo de casas rurales se agrupa alrededor de huertos y patios de piedra, creando una atmósfera íntima y singular.

En la planta superior vive la joven pareja de propietarios, Elio e Ivana, quienes han transformado la tenencia en un lugar de auténtica hospitalidad. Elio, un diseñador técnico experto en restauración, tiene un profundo conocimiento del territorio y sus sitios históricos, mientras que Ivana comparte su pasión por la cocina local, reinterpretando con gusto las antiguas recetas sicilianas y utilizando productos del huerto y la finca.

Las siete habitaciones, con un total de dieciocho plazas, están decoradas con muebles tradicionales y equipadas con todas las comodidades: baño privado con artículos de tocador, aire acondicionado, TV satelital, minibar, caja fuerte, hervidor y veranda equipada. Cada habitación lleva un nombre siciliano que evoca su singularidad. Las dos primeras, “Timpa” y “Vignanu”, se encuentran en el edificio principal, mientras que las otras dan a terrazas, patios y huertos, todas diferentes en ubicación y ambiente: “Scaluneda”, una habitación cuádruple con terraza panorámica; “Fico d’India”, una triple con patio privado; “Ciapperi”, una doble con huerto de alcaparras; “Sterna”, una triple con patio y antigua cisterna; “Vadduni”, una doble que da a un valle de matorral mediterráneo.

La estancia en Tenuta Zannafondo está pensada para quienes desean reconectar de manera auténtica con la naturaleza. La piedra domina el paisaje y guía al huésped a lo largo de los senderos y “trazzere” medievales que serpentean por los alrededores, accesibles a pie o en bicicleta de montaña. La finca ofrece una pequeña guía para explorar fácilmente los sitios barrocos y arqueológicos de la zona, como Ragusa Ibla, Modica, Scicli, el castillo de Donnafugata, Cava d’Ispica y Kamarina. A pocos minutos, se encuentra la costa, con sus largas playas de arena dorada y aguas cristalinas que, de mayo a diciembre, a menudo superan los 28 grados. Quienes lo deseen pueden acceder a playas convenidas con servicios completos.

El desayuno es un momento especial, con productos fresquísimos que representan el territorio: ricotta caliente, leche recién ordeñada, miel de la finca, pasteles, cassatelle, tartas y quesos DOP. Ivana también ofrece degustaciones de platos típicos como arancini, focaccias y pasta con sardinas y hinojo silvestre, para una auténtica experiencia gastronómica.

Tenuta Zannafondo ofrece Wi-Fi gratuito en toda la propiedad, aparcamiento privado, bicicletas de montaña disponibles, áreas al aire libre equipadas y un solárium. Se permiten mascotas. Entre los servicios adicionales se incluyen cuidado de niños, excursiones guiadas y convenios con establecimientos de playa y restaurantes de la zona. A unos veinte minutos se encuentra el aeropuerto de Comiso, mientras que Catania está a una hora, accesible también en autobús.