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La Lunigiana es una región fronteriza que une de manera armoniosa Toscana, Liguria y Emilia Romagna, conservando intacto un encanto auténtico y salvaje. Mulazzo, donde se encuentra Ca’ di Martino, se sitúa a lo largo de la antigua Vía Francigena, una histórica ruta de peregrinación que aún hoy atraviesa colinas, valles y pueblos medievales, ofreciendo vistas de gran belleza.
En pocos kilómetros, el paisaje cambia por completo: desde las cumbres de los Apeninos Tosco-Emilianos, perfectas para excursiones, raquetas de nieve y esquí en invierno, se desciende a través de bosques y valles hasta llegar al mar de Versilia, de las Cinque Terre y del Golfo de los Poetas. Las colinas albergan viñedos, olivares y castañares que durante siglos han caracterizado esta tierra y enriquecen su gastronomía local.
El territorio está salpicado de pequeños pueblos de piedra y castillos que narran la historia de los Malaspina y de las antiguas señorias, ofreciendo al visitante un viaje en el tiempo. A lo largo de los senderos, es fácil encontrar arroyos de aguas cristalinas, ideales para un baño refrescante en los días de verano, o caminos que conducen a iglesias románicas y a castillos con vistas panorámicas.
La Lunigiana también es sinónimo de tradición culinaria: los famosos testaroli, los panigacci, los hongos y las castañas son protagonistas de festivales y celebraciones locales que animan los pueblos durante todo el año. Las asociaciones locales ofrecen rutas de senderismo, itinerarios en bicicleta de montaña y actividades en la naturaleza que permiten vivir esta tierra en cada estación, descubriendo siempre un nuevo rostro.
Permanecer aquí significa respirar una atmósfera de autenticidad, en medio de una naturaleza pura, una cultura milenaria y una hospitalidad que mantiene intacto el profundo vínculo con su identidad.
*Distancias a vista de pájaro