Villa Irma

Villa Irma recibe a sus huéspedes en la tranquilidad del campo toscano, a solo cinco minutos del centro de Arezzo. Es un refugio perfecto para quienes buscan renovarse lejos del ajetreo urbano sin renunciar a la comodidad de los servicios y a la oportunidad de descubrir las maravillas de Toscana y Umbría. Desde la villa, es fácil acceder a ciudades artísticas como Siena, Cortona, Montepulciano y Florencia, así como a Perugia, Asís y el Lago Trasimeno, ideales para excursiones de un día.

Arezzo, una de las ciudades artísticas más atractivas de Italia, alberga obras maestras de Piero della Francesca, el crucifijo de Cimabue, la casa de Giorgio Vasari y la imponente Fortaleza Medicea. El centro histórico, famoso por la Feria de Antigüedades y la Giostra del Saracino, está lleno de talleres artesanales, restaurantes típicos y callejuelas que conducen a la encantadora Piazza Grande.

La villa se compone de dos apartamentos independientes, cuidadosamente renovados para ofrecer ambientes acogedores y comodidades modernas. Ambos cuentan con aire acondicionado, mosquiteras y conexión Wi-Fi. El apartamento I Cipressi, ubicado en la planta baja y sin barreras arquitectónicas, puede alojar hasta cuatro personas e incluye cocina-sala de estar, dos dormitorios y un baño con ducha. El Fienile, distribuido en dos niveles, puede acoger a cuatro personas con la opción de una cama adicional y cuenta con cocina-sala de estar, dos dormitorios, dos baños y una sala de relajación.

En el exterior, la piscina panorámica con vistas a Arezzo está rodeada de un jardín cercado con olivar, área de solárium, ducha exterior, tumbonas y sombrillas, creando un oasis de tranquilidad y privacidad. El jardín también cuenta con barbacoa y mesas para cenas al aire libre, mientras que El Fienile dispone de un espacio cercado para huéspedes con mascotas. Hay estacionamiento disponible dentro de la propiedad, en un garaje cubierto o bajo un pérgola.

A solicitud, se pueden organizar cenas privadas y clases de Qi Gong para grupos pequeños. La ropa de cama, toallas y toallas de piscina están incluidas, con cambio semanal. Entre los servicios adicionales se encuentran la limpieza final, los consumos de energía, la tasa de estancia y un pequeño cargo para quienes viajan con animales, que no implican costos diarios pero sí un suplemento fijo en la limpieza y un depósito reembolsable.

Verena, la propietaria, ha devuelto a Villa Irma su esplendor, supervisando personalmente cada etapa de la restauración, motivada por el deseo de revivir la casa de sus padres y la atmósfera auténtica de su infancia. Hoy comparte con sus huéspedes este lugar especial, donde el tiempo parece transcurrir más lentamente y cada detalle narra la belleza y autenticidad de la Toscana.