Información varios
Características de la casa
Sistemas de aire acondicionado y calefacción de la casa
Sistema electrico
Servicios de la casa
Instalaciones y servicios
Ubicación y entorno
Número de habitaciones
Tamaño de las habitaciones
Cuarto de baño
Instalaciones de la habitación
Mobiliario
Servicios de limpieza
Servicios
Holiday themes - the place
Temas de viaje - tipo de población
Temas de viaje - características de la zona
Temas de viaje - características de casa
Perloz se halla al inicio del valle de Gressoney, en una ladera soleada rodeada de bosques de castaños, laricios y verdes prados que se extienden hasta las cumbres más altas. El paisaje es el auténtico de la montaña valdostana, con pequeños pueblos de piedra esparcidos entre las curvas del camino y antiguas sendas que conectan aldeas y fracciones sumidas en el silencio.
El clima fresco en verano y la tranquilidad que envuelve toda la zona hacen de este lugar un sitio ideal para quienes desean caminar entre senderos y vistas panorámicas, respirar aire puro y reconectar con la naturaleza. Desde rutas más sencillas hasta las más desafiantes, las opciones de excursión son numerosas, con itinerarios que conducen a miradores, pasos montañosos y pastos de alta montaña desde donde se disfrutan de vistas impresionantes sobre las montañas circundantes.
Además de la naturaleza, el territorio guarda una historia rica. Las arquitecturas tradicionales de piedra y madera narran la vida rural de antaño, mientras que iglesias, capillas votivas, puentes antiguos y viejos prensas mantienen viva la memoria del pasado. El pueblo de Chemp es un ejemplo original de cómo el arte se ha integrado con la tradición, transformando una pequeña aldea alpina en un recorrido al aire libre entre esculturas e instalaciones.
Esta zona también tiene un fuerte vínculo con la memoria de la Resistencia, testimoniada por museos, senderos y monumentos que rinden homenaje a una parte importante de la historia local. Tradiciones agrícolas, fiestas del pueblo, aromas de pan negro cocido en hornos comunitarios y la cultura de la castaña completan la identidad de un lugar auténtico, acogedor y aún poco afectado por el turismo masivo.
Una estancia aquí es una inmersión en la montaña más genuina, donde cada estación tiene su encanto y el tiempo parece ralentizarse para dar espacio a lo esencial.
*Distancias a vista de pájaro