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El área que rodea el Agriturismo Punta Lizzu ofrece una extraordinaria variedad de paisajes y sensaciones, en uno de los rincones más cautivadores de la costa este de Cerdeña. La propiedad se encuentra a aproximadamente cuatro kilómetros de Siniscola, en una posición con vistas panorámicas, entre las suaves colinas que descienden hacia el mar. Desde aquí se puede contemplar la costa y las cumbres del Montalbo, en un continuo cambio de vistas naturales que varían con la luz del día.
A solo dos kilómetros se encuentra la costa, donde playas de arena muy fina se alternan con calas rocosas y aguas cristalinas. Entre las más cercanas y populares destacan La Caletta y Santa Lucia, con sus fondos poco profundos ideales para nadar de forma segura, hasta llegar a Capo Comino, conocido por sus dunas coronadas de enebros y por sus aguas turquesas que invitan al baño y al esnórquel. Un poco más allá, se abren los paisajes vírgenes de Berchida y la oásis natural de Biderosa, áreas protegidas donde la naturaleza se manifiesta en su forma más pura.
Los amantes de la exploración del interior pueden dedicarse al senderismo, al mountain bike o al escalada libre en las laderas del Montalbo, una montaña de caliza que alcanza los mil metros de altitud y alberga especies de fauna y flora endémicas, entre bosques primarios de encinas, enebros centenarios, muflones y martas. Los senderos se extienden entre panoramas impresionantes y silencios antiguos, ofreciendo experiencias adecuadas tanto para senderistas experimentados como para quienes buscan un paseo en plena naturaleza.
Siniscola, el poblado más cercano, conserva el alma auténtica de un pueblo sardo arraigado en sus tradiciones. Aquí se pueden descubrir talleres artesanales, mercados locales, festividades populares y un patrimonio cultural que tiene sus raíces en la historia de la Baronia. La zona es también un punto de partida ideal para visitar toda la costa centro-oriental de la isla, desde Orosei hasta Cala Gonone y el golfo de Orosei, o para rutas más amplias hacia el interior, en busca de una Cerdeña menos conocida pero llena de encanto.
Lejos del turismo masivo, la región invita a recuperar un ritmo pausado, en armonía con la naturaleza y las tradiciones. Una tierra aún auténtica, que sabe acoger a quienes desean no solo ver, sino realmente vivir Cerdeña.
*Distancias a vista de pájaro